Misión

Somos una comunidad de Fe, Cristocéntrica, de enfoque apostólico, fundamentada en los principios eternos de la infalible Palabra de Dios, comprometida con reformar y afirmar generaciones, contribuyendo con la edificación de la labor de edificación en el cuerpo de Cristo. Y sometida bajo el poder y dirección del Espíritu Santo para proclamar la gloria de Dios, extender Su Reino, hacer discípulos, predicar un evangelio integral, ministrar las necesidades  humanas y anunciar a todas las naciones salvación, perdón y  reconciliación por medio de Jesucristo.

Visión

Somos un ministerio cristiano donde Jesucristo es continuamente glorificado, su iglesia es apacentada,  edificada, equipada, los perdidos se encuentran con Dios, son salvados, libertados, y el mundo es alcanzado y transformado de manera integral con la verdad presente del evangelio del Reino.

Valores Centrales

Nos Fundamentamos en Jesucristo:

Jesucristo es nuestro Dios, Salvador y Señor. Él es el centro de nuestra adoración, la fuente de nuestra predicación y el sentido de nuestra esperanza.

Nos Centramos en la Palabra de Dios:

En la Palabra de Dios se basa nuestra fe y la proclamación del evangelio de Jesucristo; ella es nuestra fuente infalible para conocer a Dios y aprender a obrar su voluntad.

Procuramos la Santidad:

La santidad es una obra de Dios que se evidencia en vidas que están entregadas por completo a Él y permanecen bajo el gobierno de su Palabra y del Espíritu Santo.

Mantenemos la Unidad:

La unidad es vital para nuestro testimonio en el mundo y para que el poder de Dios fluya en su iglesia para el cumplimiento de su misión.

Servimos con Amor:

Nuestras obras son la evidencia de nuestra fe. Procuramos que nuestras obras sirvan para que las personas se acerquen a Dios y se animen a responder al evangelio.

Somos Mayordomos:

Procuramos darnos a Jesucristo y ser hallados fieles en la administración de los recursos espirituales, humanos, materiales y económicos que Dios dispone en su iglesia.

Nos Esforzamos por la Excelencia:

La excelencia es el resultado de la guía de Dios a través del Espíritu Santo, armonizada con la diligencia, dedicación y trabajo de los líderes, servidores y colaboradores.