“Cristo en nosotros” – Congregación Cristiana









	









































  
  
    
“Cristo en nosotros”

“Cristo en nosotros”

Un nuevo año ha dado comienzo, estamos en el umbral de la conclusión de una década, por lo cual es importante resaltar que cada año que concluye y cada año que comienza, surgen nuevas oportunidades para cerrar y abrir etapas, ciclos, capítulos y hasta quemar bibliotecas existenciales que contenían temas de los que no anhelamos tener que repetir en cuanto a las lecciones de la vida.

A su vez, cada nueva estación nos otorga la oportunidad para reflexionar en cuanto a todo lo experimentado, pero no con la finalidad de quedarnos estancados en lo vivido, sino de rectificar, ajustar, y aligerar nuestro estilo de vida, de forma que podamos avanzar hacia el cumplimiento del eterno propósito de Dios en Cristo. Así como el agradecer a nuestro Padre eterno por cada uno de los procesos, experiencias y vivencias, porque al final de ellos Cristo está siendo cada vez más formado y expresado en nuestro carácter y bajo la profunda convicción de que como hijos de Dios somos gobernados por el tiempo Cairos de Dios (tiempo perfecto y cargado de propósito).

Es importante aprender a vivir por encima de la limitante del orden del tiempo cronológico, el cual está gobernado por segundos, minutos, horas, días, meses y años. Es por esto que en tiempos como estos, llamados “tiempos peligrosos y días malos” se nos demanda y hace cada vez más necesario ser su exacta representación y como hijos de Dios manifestarle a Él, por tal causa es importante recordar lo que declara  2 Corintios 3:2-4:  “Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en tablas de carne del corazón. Y tal confianza tenemos mediante Cristo para con Dios”.

Cada uno de nosotros como hijos de Dios debemos tener siempre presente que somos portadores de su imagen, hechura suya, a quienes se nos ha dado la encomienda de cargar la imagen del Hijo. Lo cual no solo se logra con buenos hábitos, patrones religiosos adquiridos, que además de ser requisitos para modelar una buena consciencia, se deben de reflejar con algo más que con una buena actitud, hábito o conducta, para ello se necesita el poder de una vida indestructible (Hebreos 7:16) y eso solo lo garantiza, Cristo en nosotros.

El estar en Cristo, es lo mejor que nos ha podido suceder, y esto demanda ser evidenciado con una vida de integridad, lo cual significa “andar como el anduvo”. Esto no nos hará exentos de que tanto el mundo, aquellos que por causa de las tinieblas que caracterizan una mentalidad entenebrecida, siempre estarán prestos y buscarán la ocasión para señalarnos, sobre todo cuando les moleste la luz de Cristo en nosotros por causa del evangelio.  A la misma vez esperan ver en nosotros cómo hijos de Dios una conducta intachable en todos los sentidos. Es por eso tan importante recordar siempre que debemos vivir y practicar aquello que hemos aprendido de Dios, por medio de Su palabra, de forma que podamos pensar, andar y vivir como Cristo anduvo. Filipenses 4:8-9: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.

También vemos como el  pueblo judío en su contexto religioso, afianzados en su propia justicia y ley, criticaban a los escribas y fariseos por que sus palabras no iban conforme a su estilo de vida, ya que, predicaban algo y hacían todo lo contrario a lo que decían y enseñaban.

Las preguntas que cada uno debemos hacernos son las siguientes:

1.  ¿Son nuestras palabras o predicación conforme a nuestros hechos?

2.  ¿Son nuestras costumbres sin avaricia, hemos aprendido a estar contentos y dar gracias a Dios por todo y en todo, cuando tenemos o cuando nos falta? Hebreos 13:5

3.  ¿Estamos siendo ejemplo en palabra? ¿Vivimos de acuerdo a lo que predicamos o creemos? 1 Timoteo 4:12

4.  ¿Estamos siguiendo el ejemplo, siendo genuinos imitadores de Cristo?

Una de las causas principales por la que El Señor Jesús producía tanta admiración, era porque él fue ejemplo en “palabra y conducta” todo el tiempo que se condujo en la tierra. La palabra de Dios nos invita a que  seamos imitadores de Cristo (1 Corintios 11:1), solo de esta manera  lograremos transmitir el mejor mensaje que jamás se haya predicado, el cual más que con palabras será evidenciado con ejemplo, testimonio y demostración de frutos.  “Las Escrituras declaran que por los frutos nos reconocerán”.

Alguien dijo una vez: “Háblame un poco más fuerte y claro, pues el ruido de tus acciones no me dejan escuchar el sonido de tus palabras”.

Es mi oración al Señor en este año que apenas comienza,  que nuestro estilo de vida como hijos de Dios sea tan puro y genuino, que podamos expresar cada vez más nítidamente la imagen de Cristo, el Hijo del Dios viviente. Para que seamos su exacta representación en la tierra y de esta forma podamos manifestar la naturaleza que portamos por medio de su Santo Espíritu, que habita y reina en nosotros.

Sea este un año de favor en el cual su vida continúe siendo afirmada en Cristo y afianzado en esta verdad que nos declara la palabra: “Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”. Filipenses 1:6

¡Cristo el todo y en todos!

En Cristo,

Dr. Yasser Rivas
Pastor Principal Congregación Cristiana, Inc.